Aplicación y limitaciones
El objetivo principal de Tor (no logrado al 100%) es conseguir que internet pueda usarse de forma que el encaminamiento de los mensajes proteja la identidad de los usuarios. Es decir, persigue que no se pueda rastrear la información que envía un usuario para llegar hasta él (su dirección IP). El uso más habitual de Tor es aprovechar sus características para lograr cierto grado de privacidad en la navegación web en internet. Sin estar especialmente diseñado para ello, pronto se descubrió que Tor también hace más difícil la labor de programas que intentan censurar o vigilar el acceso a cierto tipo de contenidos. Todo esto ha provocado que Tor sea muy usado en entornos en los que los comunicantes están especialmente motivados en proteger su identidad y el contenido de sus comunicaciones (por ejemplo, conflictos políticos, restricciones en la difusión y acceso a ciertos tipos de contenido, comunicación de información confidencial, etc.)
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